25.9.11

A porrazo limpio: Revenge

En toda buena temporada, tiene que haber una nueva serie que apasione al seriéfilo medio. En nuestro caso, contemplamos Revenge como la gran apuesta de este año, aunque todavía quedan algunas como Pan Am que, si obedecen a las grandes expectativas que los previews nos han dado, pueden arrebatarle el puesto en cuestión de semanas.


Revenge nace como una serie de venganza, que para eso no se han esmerado en el título. A la cabeza, la gran Emily Vancamp, que interpreta a la perfección su papel de zorra vengativa regalándonos unas estupendas escenas de falsedad vecinal con sus correspondientes miradas de odio asesino.


Su historia es la de una niña, Amanda, cuyo padre fue falsamente acusado de asesinato. Acomodados en los Hamptons, lugar que gracias a Gossip Girl conocemos como la escapada veraniega de cualquiera con más ceros en su cuenta bancaria que la deuda de la televisión pública, él ingresa en la cárcel y ella en un centro de menores. Al alcanzar la mayoría de edad y, por tanto, la libertad, descubre que su padre ha fallecido y, en una caja que le hacen llegar, descubre toda la verdad. Haciendo caso omiso a la charla de su padre sobre el perdón, decide que el dicho de que la venganza es un plato mejor servido en frío le valdría al pelo para hacer pagar a quienes le arrebataron y mancharon la dignidad de su padre. No sin antes regalarnos un estupentástico momento de adolescencia emo por el que vale la pena haber visto el piloto.


Que hablando de su padre, nos hemos llevado una muy grata sorpresa al encontrarnos con el actor que le da vida, en forma de flashbacks de su infancia. Se trata de James Tupper, a quien todos recordamos como el maromo de Men In Trees, aunque algunos puede que lo recordéis mejor por su breve aparición en la séptima temporada de Grey's Anatomy como uno de los múltiples ligues de Teddy Altman antes de darse cuenta de que su marido ficticio les da mil vueltas.


La venganza puede ser entendida de mil formas, aunque lejos de mantenernos en vilo para averiguar la forma en que lograría vengarse por completo del pijerío insoportable donde se crió, los guionistas decidieron mostrárnoslo ya en los primeros 10 minutos del piloto. De este modo, sabemos que Emily (nombre ficticio que adquiere Amanda para no ser reconocida) logra conquistar el corazón del apuesto David Grayson y, en la noche en que anuncian su compromiso, contrata a un asesino a sueldo para que acabe con su vida. Joshua Bowman es el encargado de darle vida, un desconocido para los seriéfilos, pero un fichaje bastante agradecido. No es que sea Joshua Jackson, pero dan ganas de achucharlo.


¿Por qué mola Revenge? En primer lugar, por ser una serie sobre venganza, con lo que la intriga y el misterio están asegurados. Además, saber al comienzo el final siempre tiene el aliciente de poder comprobar cómo poco a poco va obteniendo su objetivo (¡vivan los flashbacks!) en un mundo de pijerío donde también tenemos aseguradas algunas escenas de señoras que quedan para tomar té y hablar sobre la próxima obra benéfica de turno.


Un mundo donde nada es lo que parece y donde la amistad es, a veces, algo muy efímero y poco valorado. Lo decimos, como sabréis los que hayáis visto el piloto, por la infidelidad que Emily descubre del marido de Victoria Grayson con la mejor amiga de esta.


Un mundo donde la apariencia es lo primero y en el que, además, el dinero no es capaz de comprarlo todo. Por ejemplo, el estilo. Hasta en uno de los lugares residenciales más pijos del planeta Tierra tiene que haber el mítico ricachón que no sabe cómo administrar su dinero y acaba comprando ropa sin ton ni son. Un hortera de bolera, que dirían en Supermodelo.


Y por supuesto, también merece la pena por ver al pequeño Eric Van der Woodsen (Connor Paolo) haciendo de ¡adolescente heterosexual!


Y como detalle friki de la serie, por incorporar en su elenco a una actriz de la olvidadísima The Beautiful Life: TBL (Ashley Madekwe) que, como todos recordaréis o al menos haréis el esfuerzo en ello, era una de las grandes apuestas de la temporada 2009/2010 de The CW y acabó siendo cancelada a los 2 capítulos. Pobre Ashton Kutcher (de pobre nada, con sus 28 millones de espectadores en Two and a Half Men).

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